Durante la tarde de hoy Ana Julia Quezada, la mujer de 43 años detenida por su implicación en la desaparición y muerte de Gabriel Cruz fue trasladada por agentes de la Guardia Civil a la finca en la que ocultó el cuerpo del menor.
Posteriormente, la trasladaron a la casa en la que vivía con Ángel Ramírez, padre del niño, en Vícar, Almería, para realizar un registro. A su salida los vecinos congregados en la calle intentaron agredirle físicamente mientras gritaban “¡Asesina!” a una sola voz.
Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que intervenir para evitar que la detenida fuera víctima de agresiones, las decenas de personas que se encontraban en el lugar esperando verla estaban enardecidas tras la indignación y el dolor que sintieron al conocer que ella era la autora del crimen que apagó la vida de un ser inocente.
Ana Julia estaba vestida con una sudadera de color rojo con capucha y tenía el cabello recogido. Se trasladó a la vivienda junto a los agentes en un turismo de color blanco que se aparcó frente al portal del edificio, ella se bajó y fue escoltada.
Estaba esposada con las manos por delante, seis agentes la guiaron hasta la puerta del edificio, ella ingresó cabizbaja.
Una vez terminado el proceso, cuando salieron, decenas de personas se abalanzaron sobre Ana Julia, se vivieron momentos tensos entre los numerosos gritos de insultos que propinaban a la detenida.
Una mujer se acercó con intenciones de agredirla, pero la Guardia Civil intervino contundentemente para proteger la integridad de Ana Julia, quien sería trasladada en el mismo coche blanco.
El registro de la vivienda se realizó según las diligencias que ha ordenado el juez instructor, el magistrado Rafael Soriano, quien decretó el secreto de las actuaciones de esta investigación para facilitar el esclarecimiento de las circunstancias de la desaparición y posteriormente la muerte del niño.
Con la reconstrucción de los hechos pretenden comprobar entre otras cosas cuánto tiempo estuvo el cuerpo del menor en un aljibe.
La finca propiedad de la familia paterna de Gabriel quedaba a cinco kilómetros desde el punto donde desapareció el menor y estaba siendo investigada días antes del hallazgo del cuerpo.
El pozo en el que estuvo oculto el cadáver habría sido revisado por agentes de la Guardia Civil el día que inició el operativo, un día después de la desaparición, esto confirma que el cuerpo fue trasladado de lugar durante los días en los que se ejecutó el despliegue de búsqueda.
La autopsia reveló que Gabriel falleció por estrangulamiento, su cuerpo presentaba lesiones en varias partes, lo que comprueba que Ana Julia lo agredió antes de estrangularlo para quitarle la vida.
Este horrible crimen mantiene a toda la población conmocionada, indignada por la violencia de alguien que era parte de la familia y llorando la trágica muerte de Gabriel. Comparte esta noticia.