Cuando se tienen las metas claras y se sabe lo que se quiere, no existen impedimentos para alcanzarlas. Lo sabe por experiencia propia un estudiante universitario mexicano de bajos recursos económicos, su perseverancia lo llevó a idear una ejemplar manera de costear sus estudios.
José Medina es un joven originario de Ciudad Victoria en Tamaulipas, tiene muchos deseos de salir adelante por sus propios esfuerzos, y llegar a ser alguien en la vida.
Sueña con ser un gran abogado, y con esa idea en mente se inscribió en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Actualmente estudia el octavo semestre, pero nada ha sido fácil, especialmente cuando se trata de un joven de orígenes humildes; no es tan fácil cubrir los gastos propios de una carrera universitaria.
Se le han presentado muchos obstáculos en el camino; sin embargo, José no se ha rendido ante nada. El futuro abogado sigue muy animado sorteando las dificultades.
Nada lo aparta de su norte, el joven está decidido a graduarse. Por eso estuvo pensando qué podría hacer para obtener un ingreso, y a la vez seguir sus estudios.
Se le ocurrió la genial idea de ponerse a vender algo, y qué mejor que hamburguesas y donas.
Empezó su pequeño emprendimiento muy entusiasmado, se colocaba en las principales plazas de su ciudad y ofrecía lo que llevaba.
Su carisma y buen trato con las personas, además de la calidad de sus productos, hizo que le siguieran comprando las veces que iban. Comenzó a hacer uso de las redes sociales para sus ventas, sobre todo a través de WhatsApp y Facebook.
“Donas, 10 pesitos (0,50 dólares), andaré todo el 17, estadio, y plaza del 15, es para reunir para el título”, escribió José en su cuenta.
El joven es todo un emprendedor y su negocio tuvo mayor aceptación al darle a sus clientes la opción de entrega a domicilio. Las ventas se incrementaron, y José estaba muy contento.
Su caso se viralizó con su publicación en sus redes, incluso algunos medios de comunicación locales reprodujeron la historia, y siguieron aumentando los interesados.
“Yo le compro todas las donas”, respondió a la oferta un internauta.
Las personas alabaron el esfuerzo del estudiante, y expresaron su admiración por ser tan responsable y entusiasta.
“Este sí es un estudiante ejemplar”, comentó un usuario.
Sin duda José es digno de admiración, y muy pronto podrá cosechar el fruto del trabajo sembrado.
Su espíritu emprendedor y de lucha, anima e inspira a otros a seguir adelante, a pesar de las complejidades que puedan presentarse en el camino.
Comparte esta inspiradora historia con todos tus amigos y conocidos, que sirva de motivación en nuestras vidas para para no descansar hasta lograr nuestras metas.