La vendedora de una zapatería se sensibilizó tanto con la situación de un abuelito que entró al negocio que decidió hacer algo para ayudarlo y su gesto ha tocado el corazón de muchos.
La vida nos enfrenta a diario a una serie de situaciones que nos exigen la toma de decisiones inmediatas.
Es responsabilidad de cada quien determinar cuál camino elegir, pero para la vendedora de calzado Michelle Hada Santiago hacer el bien será siempre el camino correcto.
Esta mujer de Oaxaca, México, demostró de qué está hecho su corazón hace unas semanas, cuando interrumpió su jornada laboral para ayudar a un humilde anciano.
Michelle trabaja como vendedora en la zapatería Cope Trujano, de la ciudad de Oaxaca y mientras cumplía su turno le llamó la atención un abuelo que entró a la tienda con un saquito en su espalda.
La mujer interpretó de inmediato que el hombre era humilde, y en su efecto lo era. Tanto que no estaba en el lugar viendo los zapatos, sino para pedir ayuda.
Lamentablemente, él no podía obtener un ingreso económico que le permitiera satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, tenía que salir a la calle en busca de algún sustento para sobrevivir.
A su edad, debería estar descansando, disfrutando de la última etapa de su vida como merecen nuestros mayores.
El noble corazón de la vendedora no la dejó pasar de largo ante la escena.
El abuelito se acercó hasta la caja de la tienda y preguntó a uno de los empleados si tenían algún par de zapatos defectuosos que quisieran donarle.
El hombre le respondió negativamente, mientras que Michelle veía desde lejos la escena.
En ese momento el rostro de decepción del anciano apenado, tocó el corazón de la mujer que decidió comprar unos zapatos nuevos para regalárselos al desconocido.
“Vas a tener zapatos nuevos”, le dijo Michelle al anciano. Además le pidió que entrase nuevamente a la tienda para que pudiese probárselos.
Ese gesto le devolvió la alegría al humilde señor que no paró de agradecer a la chica por su regalo.
Un grupo de clientes que se encontraba en el lugar aplaudieron el gesto de Michelle y además capturaron el momento justo en el que ella hacía entrega del calzado nuevo al humilde abuelo.
La noticia se hizo viral, después de que la fotografía fuese compartida en las redes sociales.
Según señaló la empleada, había hecho el regalo de corazón pues para ella “las personas tienen derecho a tener ropa y zapatos y vivir con dignidad y que el hombre no lo tenía en ese momento”.
Además, indicó que no esperaba ningún tipo de repercusión por su acto, pero se encuentra agradecida con las personas que le han hecho llegar algún mensaje de gratitud.
El mundo necesita más personas como Michelle, capaces de salir de sus comodidades y aportar su granito de arena en beneficio de los otros.
No importa lo pequeño que sea el gesto, a veces, una simple acción es capaz de cambiar la vida de alguien y todos tenemos la oportunidad de ayudar.
Así que no hay excusas para ser indiferente ante el dolor o la necesidad de quienes tenemos alrededor.
Además, cuando le ofrezcas tu ayuda a alguien hazlo de forma desinteresada y desde la gratitud de estar en el lugar del que puede apoyar y no del que necesita una mano amiga.
La vendedora no cambiará la vida del anciano, pero al menos él tendrá ahora un par de zapatos nuevos para hacerle frente al mundo y lo más bonito es que recordará a la amable chica que se los regaló.
Por más acciones como estas y menos egoísmo, todos deben seguir el ejemplo de esta chica.