Vega Blossom, una adolescente que usa talla 18 fue objeto de burlas mientras esperaba ser atendida en su panadería favorita en Valparíso, Indiana.
Tras la vergüenza que sintió esta joven optó por gastar 54 dólares y comprar todos los cupcakes de la panadería como venganza a los insultos que recibió por su contextura corporal.
Vega se sintió muy avergonzada cuando escuchó a una mujer de 40 años que estaba parada detrás de ella decir que «esperaba que esa gorda voluminosa no comprara todos los pastelillos».
Cuando escuché las cosas desagradables que dijeron esas mujeres, honestamente quería llorar. Realmente lastimó mis sentimientos”.
El molesto e irritante comentario de la mujer desconocida hizo que Vega optara por tomar la decisión de comprar todos los cupcakes que podía para demostrarle a la inoportuna señora que sus comentarios eran despectivos y degradantes.
Este tipo de personas hacen comentarios discriminatorios sin conocer la condición física de una persona gorda. Ellas no saben si el sobrepeso se debe a un problema de salud hormonal o de otra índole.
Los empleados de la panadería decidieron solidarizarse con Vega, pues consideraron ofensivos los comentarios que hicieron sobre ella. Ellos le dieron chocolates y galletas adicionales sin cargos.
Decidí vengarme, pero de una manera sana y sin ningún tipo de agresión física, simplemente tomé la decisión comprar todos los cupcakes que pude para que ellos no pudieran comprar ninguno. Se quedaron con las ganas de comer cupcakes”.
Ella completó su “dulce venganza” tras salir de la panadería y pedirle a la pareja de una de las mujeres que se había burlado de ella que por favor le abriera la puerta.
Miré a su pareja directamente a los ojos y le pregunté si por favor podría abrirme la puerta porque mis manos estaban un poco llenas».
Después de sonreír y agradecer su ayuda le llamó mucho la atención el asombro que expresó la pareja de la señora al ver cómo se Vega se retiraba con los cupcakes comprados.
Creo que, si no tienes nada bueno que decir, mejor te quedas callado. No me disculpo por llevarme todos los pastelillos”.
Vega sonriendo expresó que la decisión de comprar todos los dulces les dolió más a ellas.
Vega compartió los dulces con sus compañeros de trabajo, amigos y familiares durante las vacaciones de Semana Santa, antes de publicar su la historia en las redes sociales.
Comparte la «dulce venganza» de esta joven que supo dejar bien claro cómo se debe responder a ciertos insultos. ¿Qué harías tú en el lugar de Vega?