La maternidad es un hermoso regalo pero en su ejercicio, las madres realizan diversos sacrificios en nombre del amor. Quizás una de las cosas más complejas es amamantar, más aún cuando se es primeriza.
Pero, después de haberle dado pecho a tres niños que nacieron con dientes, nada puede ser difícil para la madre de 40 años, Vicky Harrison, de Newbridge, al sur de Gales.
Vicky tiene 4 hijos y recuerda cómo siendo una madre primeriza se sintió confundida en el momento en que su hija Demi-Leigh, de 13 años, llegó al mundo con dos dientes superiores.
La niña nació en el 2005 y sus dientes no fueron algo que notaran de inmediato, sino hasta el momento en que la mujer fue a amamantarla. Vicky sintió que la bebé le mordía el pezón y lo comentó con la enfermera, quien no podía creerlo.
«La abracé y la puse sobre mí para alimentarla, luego grité cuando sentí un dolor. Le dije a la enfermera: ‘Juro que me ha mordido’. Me dijeron que no podía ser cierto, pero una vez que la revisaron, tenía dos dientes”, comentó la Sra. Harrison.
La madre recuerda con gracia, la cara de impresión de la enfermera en el momento en que vio a la criatura. A diferencia de Demi, su segunda hija, Violet, de 11 años, nació sin dientes. Sin embargo, los dos últimos bebés Scarlett, de 8 años, y Logan, de 1, también tuvieron dientes crujientes al nacer. Este fenómeno es conocido como dientes natales y, aunque no suele ser muy común, la propia Sra. Harrison tuvo dientes al nacer.
«Yo también nací con dientes, pero no podría imaginar que tres de mis cuatro hijos también los tendrían. Violet me pregunta: ‘Mamá, ¿por qué no tengo dientes?’ Pero sinceramente no lo sé. No recuerdo haber dicho o hecho nada diferente cuando estaba embarazada de ella”, confesó Vicky.
A pesar de que sus bebés nacieron con dientes, esta mujer no consideró nunca dejarlos de amamantar. Para Vicky, alimentar a cada niño era una forma de establecer un vínculo cercano con ellos. Aunque recuerda que cuando Demi tuvo 3 meses, se vio obligada a parar debido al dolor.
En el 2007 nació Violet y esa oportunidad la bebé no tenía dientes. Por esa razón, al esperar a su tercera hija, Vicky pensó que los dientes natales eran parte del pasado. Pero se había equivocado, pues los siguientes dos hijos de Vicky también tuvieron dientes al nacer.
En el caso de Scarlett, la tercera hija, los médicos recomendaron extraer los dos dientes delanteros inferiores pues corría el riesgo de sufrir asfixia. Una situación bastante dramática para la pequeña quien fue sometida a la extracción a las pocas semanas de vida.
«Esta vez, los médicos dijeron que eran un peligro de asfixia y que tendrían que ser eliminados. Eso fue bastante difícil de ver, ya que sólo tenía unas pocas semanas cuando sucedió, y estaba llorando. Su boca estuvo sangrando aproximadamente una hora”, recordó Vicky.
A pesar del dolor que le ocasionaban los dientes de sus hijos al momento de amamantar, la mujer se resistió a abandonar la práctica porque para ella eso significa un vínculo extraordinario con el recién nacido. Ahora Vicky no planea tener más hijos y alienta a las madres a dar pecho a sus bebés a pesar de las dificultades.
En este caso, el extraño fenómeno de los dientes natales no fue impedimento para que la madre amamantara. Comparte el valiente ejemplo de Vicky Harrison.