Coco, la más reciente película de Disney-Pixar, es una historia de amor a México a través de una de sus tradiciones más conocidas: el Día de los Muertos, y también una reivindicación de la comunidad latina y su creatividad, un soplo de aire puro en tiempos de tensión política en los Estados Unidos.
Su principal protagonista es “Miguel”, un niño de 12 años cuyo mayor sueño es llegar a ser un gran músico, tan grande o más que su ídolo Ernesto de la Cruz, sin embargo, su familia le tiene terminantemente prohibido cualquier tipo de contacto con tan siquiera una clave de sol.
Para su realización, los creadores se involucraron a profundidad en la cultura azteca del Día de los Muertos celebrado en México, viajando por todo el país en una travesía que duró 6 años de sentir hasta llegar a amar con pasión esta tradición y lograr inyectarla, a su vez, en el público.
“Hemos pasado los últimos seis años haciendo esta película, viajando por México y aprendiendo a amar este país”, dijo en una rueda de prensa en la Ciudad de México el director de la cinta, Lee Unkrich.
Pero, además de Miguelito está “Mamá Coco”, y no solo es otro personaje animado, sino que es de carne y hueso, existe. Su nombre es María Salud Ramírez Caballero, la venerable anciana de 107 años que inspiró el simpático personaje. Vive en Santa Fe de la Laguna, un pueblo purépecha que también aparece reflejado en el film como su propio hogar.
Y es que, la película es tan respetuosa y responsable que hasta la casa de “Mamá Coco” es igual a la de María Salud Ramírez, quien nació el 16 de septiembre de 1913 y, a pesar de su longevidad se mantiene sana y pudo celebrar su último cumpleaños feliz en compañía de su gente más cercana y querida.
El año pasado, los vecinos de la abuelita recaudaron fondos entre todos para celebrarlo en grande, y hasta un coro de niños llegó como caído del cielo ese día bien tempranito a cantarle las “Mañanitas” a la consentida.
Tras el éxito de la película, María Soledad se volvió famosa, sin embargo, algunos usuarios de las redes sociales consideran que Disney se burló de la situación económica de la familia al usar las tradiciones de Michoacán y mostrar el rostro de la anciana quien, pese a haber sido fuente de inspiración, continúa viviendo en la pobreza.
La productora Darla K. Anderson, quien junto a Unkrich ganó el Oscar a la mejor película de animación con Toy Story 3, explicó que buena parte del equipo trabajó en la documentación para la película, visitando distintos lugares de México y conviviendo con varias familias.
“En el Día de Muertos pedimos a las familias que compartieran tradiciones y nos dieran de comer. Que nos enseñaran sus tumbas y las ofrendas a sus familiares”, señaló.
En realidad, la película fue todo un reto, pero, sobre todo, responsable de evitar caer en clichés y estereotipos, pese a representar el Día de Muertos y revivir figuras de las artes tan insignes como Frida Kahlo o Jorge Negrete.
La leyenda que inspiró el film cuenta que, al morir, las almas vuelven como mariposas monarcas sobre un lago encantado hasta la Isla de Janitzio, y que solo se necesita “abrir el corazón” para que al atravesarlo en lancha se puedan ver volar.