Definitivamente los más pequeños de la casa nunca dejan de sorprendernos, la pureza del amor de un niño es única y especial.
Así lo demostró el pequeño AJ Hassanpour-Woods, de seis años, mientras cuidaba a Aliyah, su hermanita recién nacida y a su madre quien estaba imposibilitada de atenderlos por un fuerte e inexplicable dolor.
Aj trataba de calmar a su madre, Laura Woods, quien gritaba del dolor mientras advertía a su padre sobre la situación y arrullaba a su hermanita de ocho semanas con una canción de cuna.
«En la mañana había estado bien, pero me devolví porque sentía un poco de dolor que se agudizó cuando llegué a casa. No podía pararme del baño”.
AJ al ver a su madre convaleciente corrió en su ayuda y le repetía que «todo iba a estar bien» mientras le frotaba su espalda tratando desesperadamente de ayudarla.
Laura manifestó que se siente muy orgullosa de su hijo, quien se hizo cargo de la situación tan estresante.
AJ le envió un mensaje de texto a su padre, Vaheed, que decía “mamá está enferma” antes de darle el biberón a Aliyah para asegurarse de que estaba bien.
«El dolor era en mi costado y en mi espalda. Era muy fuerte y yo no podía dejar de gritar del dolor, y mi hijo me decía «mamá todo va a estar bien, ya le dije a papá» mientras me frotaba la espalda».
Al principio su padre pensó que era un mensaje de su esposa, pero el niño logró llamarlo y hablar con él y le dijo que tenía que decirle a su jefe que debía volver a casa.
Para calmar a su hermanita mientras su padre llegaba Aj la acariciaba en el rostro, le daba un biberón y le cantaba una canción de cuna. Sin lugar a duda, el pequeño hijo mayor había copiado a su madre y sin perder la calma en un momento de tanta tensión logró poner lo que aprendió en práctica.
“Siempre tengo un biberón listo, él copio lo que me había visto hacer y lo sacudió antes de dárselo a Aliyah. Él le acariciaba la cara y le cantaba rockabye bebé mientras ella lloraba nerviosa”.
Después de que Aje puso a su hermanita a dormir volvió donde su madre y le repetía las cinco palabras mágicas que nunca podrá olvidar: “Todo va a estar bien”.
«Tenía mucho dolor y solo pensaba que estaba sola con los niños, no sabía qué iba hacer, realmente fue horrible”.
Después de aproximadamente media hora, el padre de AJ llegó a su casa y llamó a una ambulancia.
«Aj no entró en pánico y no lloró ni una vez. Estaba realmente tranquilo, era como cuando entra un paramédico y están tranquilos, era así. Me sentí segura con él ahí».
Laura no deja de decirle a todos cuán orgullosa está de su hijo. Ella cree que si no hubiese sido por su ayuda quizás estaría en el suelo hasta ocho horas sola con el dolor cada vez más insoportable.
Una vez en el hospital, revelaron que la causa del dolor había sido un cálculo renal.
Laura insta a otros padres a que les enseñen a los niños sobre los posibles números a los que pueden llamar en caso de que una situación de peligro. Lo que hizo este pequeño fue una bendición, ahora él dice que sabe llamar a emergencias.
Comparte esta historia tan emotiva, es importante que otros padres atiendan la recomendación de esta madre, nunca se sabe cuándo se puede presentar una urgencia.