Es lamentable cuando suceden accidentes como el que vivió Zoey Woody, una hermosa niña de seis años de Crestview, Florida, que fue atacada por dos pit bulls que destrozaron su mandíbula, rasgaron su piel y dejaron su ojo colgando del zócalo.
Esta guerrera de la vida aprendió a amar a sus cicatrices a través de las selfies.
El ataque ocurrió el año pasado, cuando Zoey tocó la puerta de cristal para llamar la atención de Paige, su madre, y fue atacada por los perros mientras ella jugaba. Su madre trató de apartarlos, pero decidió arrojarse encima de ella para protegerla.
Finalmente entraron a la casa y Paige a pesar de tener heridas profundas envolvió a su pequeña hija con una toalla.
Después de llegar al hospital fue trasladada por aire a una unidad especializada para someterse a diez horas de minuciosos procedimientos para reparar su mandíbula.
Ella no pudo masticar durante diez meses”.
Desde entonces, Zoey ha tenido dos injertos de piel y tiene programada una operación para realizar un tercer injerto, con cada uno ella necesita inyecciones de quimioterapia y tratamiento con láser.
Zoey tiene que mantenerse fuera del alcance del sol, ya que los rayos UV engrosan la piel trasplantada y eso no es conveniente para las futuras cirugías e injertos. Ella usa sábanas de silicona aplicadas a su cara que ayudan a bloquear el sol.
Zoey sobrevivió milagrosamente a este terrible accidente. Con las cirugías se le han colocado placas disolubles en su mandíbula y se le reconstruyó el párpado superior e inferior.
Paige dijo que las fotos han sido terapéuticas, y van desde rostros con muecas sonrientes y expresiones serias mostrando las cicatrices. Estas selfies la han ayudado a superar las distintas etapas de su recuperación y continuar su progreso mensual.
Creo que los selfies han sido positivos para ella porque la ayudan a comprender y apreciar su proceso de curación”.
Su madre está muy orgullosa de su niña que tiene tan solo 6 años, pero ha demostrado una madurez extraordinaria.
Cuando la gente se le queda mirando, ella se acerca y les dice que la atacaron dos pitbulls, por eso se ve así.
Se estira la piel de la cara e intenta distintas expresiones para ver si se ve diferente. Definitivamente es consciente de sus cicatrices».
Su madre comenta que ella le ha preguntado un par de veces si es fea, a lo que ella responde diciéndole que no, que es hermosa.
Otras personas también le dicen que ella es hermosa, creo que la están ayudando a reconocer que es una niña bonita”.
Todavía no puede sonreír por completo porque una parte de su labio inferior lo perdió totalmente durante el ataque, y a pesar de que fue reconstruido, aún se cae.
Ella no se mira en el espejo y tal vez lo evitará, la única forma en que se ve a sí misma es a través de la cámara de su teléfono”.
Las fotografías han servido para documentar su recuperación. Al capturar la imagen de su rostro y las cicatrices se puede comparar su aspecto hace tres meses y ver los avances a medida que mejora lentamente.
La familia continúa recaudando fondos para cubrir el tratamiento médico y los gastos de viaje y agradece la generosidad de la gente que ha colaborado con sus donaciones.
También extiende su especial agradecimiento a los médicos y cirujanos que han llevado el caso de Zoey. Comparte con tus amigos esta historia, desde aquí deseamos la recuperación total de esta hermosa princesa.